Flora Cantábrica

Matias Mayor

Repensar la politica


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Editorial: Icaria

Vamos a la tertulia del University College


Interviene el moderador: Internet está movilizando la política  fuera de los partidos convencionales.El libro sobre “Repensar la política, es un trabajo de investigación llevado a cabo por El Transnational Institute (TNI).Aborda diversos temas, uno de ellos es de los partidos políticos. Así dicen: Se tiende a confundir la política con los partidos y las instituciones, y esto provoca que muchas personas se distancien de la política. Política en red es un amplio grupo de reflexión que se propone crear una comunidad abierta de investigadores activistas con el fin de compartir recursos, comparar experiencias y debatir ideas

Vamos a recoger algunos de sus párrafos a modo de resumen


El mundo de nuestros días dibuja un escenario inquietante para cualquiera que crea en la paz, la justicia social, los bienes comunes y la sensatez ecológica. Por un lado, las instituciones tradicionales de control democrático están agotadas; por el otro, los grandes movimientos de protesta, tan visibles en vísperas de la invasión de Iraq, se han arraigado más en sus contextos locales, sin abandonar las conexiones globales.


Se está produciendo un cambio de paradigma en el pensamiento político transformador: un alejamiento de los conceptos de vanguardia política y formas tradicionales y parlamentarias de representación, unos principios de horizontalidad y democracia directa o participativa; un alejamiento de formas de unidad que no incluyan la diversidad y la pluralidad y la creación de relaciones de cooperación y deliberación.


Sobre estas nuevas propuestas de trabajar en el seno de las instituciones trata este libro, formas que reconozcan que el núcleo del cambio se encuentra fuera de éstas, en los conflictos y movimientos de la sociedad más amplia.


Política en red es un amplio grupo de reflexión que se propone crear una comunidad abierta de investigadores activistas con el fin de compartir recursos, comparar experiencias y debatir ideas


Repensar la política: Introducción


Nos limitamos aquí a presentar un rápido esbozo de los aspectos más significativos para nuestro debate


El fracaso de la vieja agenda de la izquierda basada en la primacía del Estado-nación sin que hayan surgido, hasta la fecha, estrategias y visiones alternativas coherentes para una sociedad en que la realización del individuo represente la realización de todos (al menos en Europa; América Latina ilustra quizá elementos de una dinámica más positiva). La debilidad de la izquierda institucional en Francia y el Reino Unido ofrecen los ejemplos más recientes de las repercusiones políticas de este punto. Estas dos experiencias y, aunque de forma distinta, la experiencia italiana, apuntan a los límites de lo viejo como facilitador de lo nuevo. Lo mismo sucede con la experiencia del Partido dos Trabalhadores (PT) y los movimientos sociales en Brasil, cuyas innovaciones democráticas se han visto gravemente minadas por la naturaleza del compromiso del PT con el Estado brasileño. Estas experiencias apuntan también a la importancia de una nueva política cuyas alternativas no estén ligadas al dominio del Estado-nación

Principios para reinventar la organización política


Se tiende a confundir la política con los partidos y las instituciones, y esto provoca que muchas personas se distancien de la política; un distanciamiento que también afecta a muchas personas y colectivos que se dedican a ella (puesto que trabajan para transformar a los individuos y a las comunidades). Tienen la sensación de que lo que hacen no tiene nada que ver con lo que se supone que es la política. Por lo tanto, deberíamos intentar rescatar y ampliar el significado social de la política mediante la ‘politización’ de la vida cotidiana, de las relaciones sociales y de las formas de trabajo y coexistencia (Joan Subirats).


Reconstruir la política como un espacio para las alternativas y los bienes comunes

Replantearse la acción política implica replantearse la cultura y la economía, entendida en el sentido aristoteliano del oikos (hogar). ¿Cómo cuidar de este hogar común? ¿Cómo asegurar alimentos, vivienda, ropa, fiestas, arte y música para todo el mundo? ¿Cómo generar y distribuir riqueza y bienes sin destruir las condiciones de vida del planeta? ¿Y qué es una ‘buena vida’? ¿Cuánto necesitamos o deseamos para vivir bien? ¿Quién consume? ¿Y qué costes conlleva ese consumo para el resto? Si el capitalismo ha logrado la victoria en la conformación del orden mundial, el neoliberalismo ha intentado completar y sellar el proceso socavando la legitimidad de la política y descalificando, de hecho, cualquier debate serio sobre direcciones alternativas para la sociedad. En Brasil, esto está conduciendo a lo que se conoce como la ‘insignificancia de la política’. Uno de los aspectos de este fenómeno es el proceso –ahora tan familiar– del creciente poder de grandes empresas y organizaciones internacionales controladas desde los Estados Unidos y Europa, que están creando las normas de la economía mundial y minando la soberanía de los Estados-nación. Otra cara de la misma moneda ha sido la sumisión de la vieja izquierda –puede que porque su concepción del socialismo estuviera tan inextricablemente ligada al Estado-nación– a la idea de la inexorabilidad del capitalismo. En consecuencia, hemos presenciado cómo nuestros partidos y dirigentes se lanzaban a la triste búsqueda de algunas de las peores prácticas de la derecha, lo cual parecería demostrar que el viejo dicho está en lo cierto: si no puedes contra ellos, únete a ellos. Lo peor del caso en estos momentos es que nos doblegamos ante el hecho –aparentemente manifiesto– de que vivimos en un mundo conformado por fuerzas que la población no puede entender ni controlar. Un mundo que es mágico y, al mismo tiempo, está desencantado. La única forma en que podemos reconstruir la política y la confianza en la posibilidad de las alternativas consiste en desarrollar propuestas que tengan un sentido en nuestras vidas cotidianas, que generen esperanzas y que potencien la confianza en la fuerza de la acción conjunta. Para alcanzar este objetivo, nos enfrentamos a un obstáculo paralizador: la constante sensación de miedo. En el marco de la aparente inexorabilidad de un orden económico que crea una desigualdad sistémica y creciente, que está atrapado en la lógica de la guerra, que no cesa de producir riqueza a expensas de la destrucción del planeta, el miedo se convierte en una respuesta natural: miedo a la delincuencia, al vecino, al inmigrante, a la competencia en el trabajo, a la guerra y a la inestabilidad. Miedo a la soledad, a envejecer y a perder la jubilación. La lucha contra el miedo debe ser una pieza clave de nuestro nuevo planteamiento de la política (Moema Miranda).


La relación con las instituciones

Hay otro desafío que consiste en cómo transformar las instituciones sin ser absorbidos por ellas. Es decir, en cómo mantener su capacidad transformadora construyendo alternativas (disidencia), oponiéndose directamente a nuevas tendencias autoritarias (resistencia) y apreciando la capacidad de influencia que existe dentro de las instituciones (incidencia). Seguramente, no es necesario que una persona, una organización o un colectivo intenten hacer estas tres cosas simultáneamente. El conflicto inherente a las tres dimensiones tampoco es negativo, pero el reto está en hacerlas posibles y sostenibles, sin perder conexiones ni combinaciones potenciales (Joan Subirats).


. Los partidos políticos han perdido relevancia porque la política ha perdido terreno. Hablamos constantemente de la privatización de los servicios públicos, pero lo que se ha privatizado realmente es la toma de decisiones de políticas. Ahora, el poder está en los acuerdos comerciales, no en las instituciones políticas. ¿En qué se ha convertido la democracia como consecuencia de este proceso? (Luciana Castellina)

Sin la participación de sindicatos y otras organizaciones con un fuerte arraigo social, la izquierda carece de bases de poder extraparlamentarias que estén en disposición de ejercer una influencia política directa. Estas organizaciones siguen conformando la espina dorsal de la izquierda. Su reestructuración autónoma con vistas a actuar bajo las condiciones del capitalismo de los mercados financieros será decisiva (Micha Brie)


Interviene uno de los contertulios:Creo que los avances tecnólogicos,han ido más rápidos que las instituciones políticas actuales, que se están quedando desfasadas. Se mueve por la imagen y las encuestas y  les vale  todo con tal de capitalizarlo electoralmente.


Le interrumpe otro: es urgente un reforma de las instituciones políticas, pero estas reformas deben venir de fuera. Se imponen las listas abiertas y una mayor participación ciudadana, los políticos se sienten muy satisfechos, con que les votemos cada cuatro años…pero la situación se hace insostenible. También al hombre de la calle, le molesta esa prepotencia de algunos políticos, que en cierta medida va unido a su enriquecimiento rápido.

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