Flora Cantábrica

Matias Mayor

Jesus habla a santa Faustina Kowalska.1a.15.11-22


  • Hoy el Señor entro en mi [habitación] y me dijo: Hija Mía, ayúdame a salvar las almas.  Irás a casa de un pecador agonizante y rezarás esta coronilla con lo cual obtendrás para él la confianza en Mi misericordia, porque ya está en la desesperación.

 

  • De repente me encontré en una cabaña desconocida donde, entre terribles tormentos, agonizaba un hombre ya avanzado en años. Alrededor de la cama había una multitud de demonios y la familia estaba llorando.  Cuando empecé a rezar, los espíritus de las tinieblas se dispersaron con silbidos y amenazas dirigidas a mí.  Esa alma se tranquilizó y llena de confianza descansó en el Señor.

 

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