Flora Cantábrica

Matias Mayor

Frases del dia. 27,8,16


 

,,,,,,,,,,,,,,,

TRATADO DE LA

VERDADERA DEVOCIÓN

A LA SANTÍSIMA VIRGEN

PREPARACIÓN DEL

REINADO DE JESUCRISTO

…………….Primera parte

 

image002

,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,

PRESENTACIÓN

Esta es la obra más característica de San Luis María de

Montfort y la que más lo ha hecho conocer en el mundo.

En el No. 110 del libro su autor mismo establece las perspectivas:

“Estoy escribiendo lo que durante tantos años he enseñado

en mis misiones pública y privadamente con no escaso fruto”.

De su afirmación se deducen la naturaleza, los destinatarios

y aún la fecha del escrito.

 

Es una enseñanza práctica de la misión, cuyo objetivo es descubrir

la función de la Virgen María en el plan divino de la salvación

y en la vida bautismal y apostólica del cristiano. Está dirigida

a un público muy amplio, aunque es un secreto revelado “de

modo especial a los humildes y sencillos” (VD 26) “como el

mejor medio y el secreto más maravilloso para adquirir y conservar

la divina Sabiduría” (ASE 203).

 

No se tienen datos para fijar la fecha precisa de composición,

pero el hecho de que Montfort aluda a una experiencia de “tantos

años” hace suponer que la propone por escrito hacia el final de

Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

356

 

 

su carrera misionera. Tradicionalmente se ubica en 1712 pensando

que Luis María pudo aprovechar su descanso obligado

durante el invierno 1710-1711 en Nantes para ordenar el plan de

la obra y que el otoño de 1712, pasado en la ermita de San Eloy,

hubiera sido el tiempo propicio para escribir, quizá con un complemento

de varios meses de retiro en la segunda mitad de 1715

en la gruta de Mervant.

 

Como previsto por su autor, el manuscrito estuvo sepultado “en

las tinieblas y el silencio de un cofre” (VD 114), escondido en

alguna casa de campo aledaña a la capilla de San Miguel, en San

Lorenzo, para escapar a las embestidas de la Revolución. Pasada

la misma, el cofre fue llevado a la biblioteca de la Compañía de

María en la Casa Madre. Allí permaneció el manuscrito olvidado

hasta el 29 de abril de 1842 cuando fue descubierto y comenzó

su divulgación de obra maestra, como uno de los libros más universalmente

conocidos y apreciados del catolicismo contemporáneo,

y uno de los que más han contribuido a fomentar la piedad

cristiana en el mundo entero.

 

Cuando se encontró el volumen, aunque todas sus hojas estaban

separadas unas de otras, todas estaban bien conservadas, pero

faltaban algunas del primer fascículo y otras del último. Esta

pérdida irreparable parece haber sucedido antes del descubrimiento

del manuscrito. Por la constitución de los fascículos se calcula

que faltan de 84 a 96 páginas iniciales que entre otras cosas contendrían:

un método para vaciarse durante 12 días del espíritu

contrario al de Jesucristo (VD 227), las letanías y oración del

Espíritu Santo (VD 228) y algunas prácticas de desprecio del

mundo (VD 256).

 

Las páginas finales perdidas tendrían la fórmula de consagración

y la bendición de las cadenillas. El resto es imposible saberlo,

pero no parece afectar el desarrollo del tema mariano. La primera

publicación del Tratado se hizo en 1843, 127 años después

de muerto su autor. Desde entonces ha sido difundido en muchas

lenguas y en multitud de ediciones que se suceden de manera

sorprendente hasta en lugares muy remotos del mundo. La más

importante ha sido la reproducción fotográfica del manuscrito

357

 

Tratado de la Verdadera Devoción a María

hecha en 1942, en el centenario del descubrimiento. Está acompañada

por una presentación manuscrita del Papa Pío XII quien el

20 de julio de 1947 canonizó a Luis María Grignion de Montfort.

Desaparecido el título original en las páginas perdidas, quienes

prepararon la primera edición optaron por titular la obra: Tratado

de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen. Como subtítulo

ya se generalizó el propósito que Montfort mismo da de su

obra en el No. 227: Preparación al Reinado de Jesucristo. La

numeración marginal por parágrafos se hizo por primera vez en

la edición italiana de 1919 y ha sido acogida universalmente.

Como fuentes de su obra San Luis María reconoce en el No. 118

que ha leído ampliamente libros concernientes a la Santísima

Virgen y que ha estado en contacto con las personas más santas y

sabias de los últimos tiempos que hablan de ello. Pero la mayor

riqueza del texto fluye de la Sagrada Escritura y de los Santos

Padres y en general de la Tradición viva de la Iglesia, a través de

la profunda experiencia espiritual y mística de Luis María y de la

madurez probada de su práctica misionera. De ello dan fe los

abundantes apuntes de su Cuaderno de Notas. La fuerza

transformadora del camino espiritual que revela San Luis María

está en el secreto que el Altísimo le ha enseñado (SM 1) y “cuya

esencia consiste en el interior que tal devoción debe formar… a

quien el Espíritu Santo de Jesucristo revele este secreto y lo conduzca

por sí mismo para hacerlo avanzar de virtud en virtud, de

gracia en gracia, de luz en luz, hasta transformarlo en Jesucristo

y llevarlo a la plenitud de su madurez sobre la tierra, y a la perfección

de su gloria en el cielo” (VD 119).

 

 

Lo que hizo pues Luis María de Montfort fue darle nuevas perspectivas

a una devoción ya conocida y promovida por otros autores.

La experiencia vivida por el misionero de manera personal e

íntima es para él criterio de eficacia espiritual, reforzada de manera

probada por prácticas interiores y exteriores que él propone.

Hoy algunas expresiones y términos literarios tienen que ser interpretados

conforme a las sensibilidades de los tiempos y adaptados

a la percepción diferente de las culturas de los pueblos,

con los aportes nuevos: bíblicos, teológicos, antropológicos y en

Obras Completas de San Luis María Grignion de Montfort

358

 

 

general de las ciencias humanas. Pero el sentir de la Iglesia Universal,

es decir, del Concilio Vaticano II, del magisterio de los

Papas y obispos, del testimonio de infinidad de personas formadas

en el sacerdocio, la vida consagrada, el compromiso bautismal

de los laicos, particularmente en América Latina y el Caribe,

sobre la solidez de la doctrina expuesta en el Tratado y la validez

de su eficacia, es cada vez más claro y significativo. Y reconoce

en Montfort a uno de los apóstoles e intérpretes más autorizados

de la presencia y función de María en el misterio de Cristo y de

la Iglesia.

 

 

En síntesis, el interés suscitado por el Tratado se debe a un conjunto

de características que hace de él un libro denso de significado

y valores: estilo claro y conciso, lenguaje sencillo y popular,

doctrina sólida y profunda, tono convincente e inspirado, testimonio

de vida y experiencia apostólica.

 

 

Movido por su “amor innato a María” y sensible a las objeciones

de sus condiscípulos en San Sulpicio, que le reprochan el divinizar

a la Santísima Virgen y amarla más que a Jesucristo, Montfort

ensancha sus perspectivas y las de todos los discípulos de Jesús

para interpretar y superar la crisis religiosa de su tiempo y de tiempos

nuevos y complejos como el comienzo del Tercer Milenio.

En una gran apertura y seguridad de espíritu, el santo misionero

afina su visión del misterio cristiano y acepta las nuevas exigencias

teológicas que enmarcan la humildad y los privilegios de

María en la grandeza absoluta de Dios y en la única mediación

de Cristo que ilumina la verdadera devoción mariana y condena

las falsas devociones (Ver VD 61-62). “Al poner a la Madre de

Cristo en relación con el misterio trinitario, Montfort me ayudó

a comprender que la Virgen pertenece al plan de la salvación por

voluntad del Padre, como Madre del Verbo encarnado, que concibió

por obra del Espíritu Santo. Toda intervención de María en

la obra de regeneración de los fieles no está en competición con

Cristo, sino que deriva de él y está a su servicio. La acción que

María realiza en el plan de la salvación es siempre cristocéntrica,

es decir, hace directamente referencia a una mediación que se

lleva a cabo en Cristo” , JUAN PABLO II.

359

 

 

Tratado de la Verdadera Devoción a María

Montfort parte pues de la doctrina de la Iglesia acerca de la devoción

mariana; subraya su difusión y un mejor conocimiento de

María para que Cristo reine en el mundo; resalta el plan de Dios

Padre, Hijo y Espíritu Santo, que ha querido “comenzar y culminar

sus mayores obras por medio de la Santísima Virgen”, y concluye

que por la función de María en el plan divino, la devoción

mariana es necesaria a los hombres para alcanzar la salvación”.

Al presentar la verdadera devoción a María, San Luis María quiere

llevarnos a abrazar la forma “mejor y más santificadora” de vivir

los compromisos cristianos por la consagración de amor a Cristo

por las manos maternales de María. Todo tiene una eficacia superior

de santificación y se resume en obrar siempre por María,

con María, en María y para María.

 

 

El Concilio Vaticano II en el capítulo VIII de la constitución dogmática

de la Iglesia validó como plenamente actual la oferta espiritual

de Montfort tan rica en contenidos y elementos perennes

a los cuales se seguirán incorporando “los nuevos datos

doctrinales de la reflexión teológica y del magisterio eclesiástico”,

PABLO VI.

 

 

Según el gran teólogo GARRIGOU-LAGRANGE, “la idea maestra de la

maternidad espiritual de María anima todo el libro que se desarrolla,

no en forma mecánica por la yuxtaposición de sus partes, sino de

manera orgánica, como crece un ser vivo. Se siente que su autor

está tan plenamente poseído de su tema, que podría hablar de él

sin detenerse y sin fatiga, y que todo lo que dijera no agotaría la

fuente, y seguiría siendo inferior a las bellezas que percibe”.

Montfort es el maestro por excelencia de la devoción mariana.

En su Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen,

la devoción de las élites y la devoción de las masas se encuentran

y se funden en una sola”: HENRI BREMOND.

“María aparece…, como espacio de amor y de acción de las Personas

de la Trinidad, y Montfort la presenta en una perspectiva

relacional: “María es totalmente relativa a Dios, y yo la llamaría

muy bien la relación con Dios, la que sólo existe en relación con

Dios” (VD 225). Por esta razón la Toda Santa lleva hacia la TriObras

Completas de San Luis María Grignion de Montfort

360

 

 

nidad. Repitiéndole a diario TOTUS TUUS y viviendo en sintonía

con ella, se puede llegar a la experiencia del Padre mediante la

confianza y el amor sin límites (ver VD 169 y 215), a la docilidad

al Espíritu Santo (ver VD 258) y a la transformación de sí

 

ESQUEMA DEL TRATADO

No

Introducción: María en el designio de Dios …………. 1

Primera Parte: María en la historia de la salvación

Necesidad del culto a María ……………………………… 14

María en el misterio de Cristo …………………………… 16

María en el misterio de la Iglesia:

misión y consecuencias …………………………………….. 22

María en los tiempos de la Iglesia:

María y los últimos tiempos ……………………………… 49

María y la lucha final ………………………………………… 51

María y los apóstoles de los últimos tiempos ……. 55

Segunda Parte: El Culto de María en la Iglesia

Fundamentos teológicos …………………………………… 60

Deformaciones del culto a María ………………………. 90

La verdadera devoción a la Santísima Virgen …… 105

Diversas prácticas de devoción a María ……………. 115

Tercera Parte: La Perfecta Consagración a Jesucristo

Contenidos esenciales ……………………………………….. 120

Motivos a favor de esta devoción ……………………… 135

Figura bíblica de la vida consagrada por María … 183

Efectos maravillosos de la consagración total …… 213

Prácticas particulares de esta devoción …………….. 226

Práctica de esta devoción en la sagrada comunión. 266

2000, Edición en lengua española.

1 JUAN PABLO II en Roma, L’osservatore Romano No. 43 del 27 de octubre de

según la imagen de Cristo (ver VD 218-221)”.

Enviar respuesta


Sígue nuestro blog

Páginas